domingo, 11 de setembro de 2011

191. Calla (un desahogo)

Ay, ay, nena, acaléntate con tus proprios brazos. Calla tu llanto a cada lágrima. Ay, ay, nena, deja que la mujer acune la pequeña, como la madre que algún día deseas ser.

Ay, nena, te calmarás pronto. Come tarta; lucha con los perros; canta y baila las canciones pirografadas en tu alma; carcaja alto y claro por los sueños que se harán piedra. Alégrate llorando; pon el LP de Alceu Valença una y otra vez, hasta que te acuerdes de los siete deseos bajo las espectaculares luces de la tarde, que entran por la ventana del baño a bañar de oro la casa, y se hacen tan amarillas que tapéante cuando subes pensando ser la lámpara encendida y olvidada. Escucha los pájaros cantando después de la comida y admira las estrellas desde el estudio, por la noche. Escucharás otros sonidos y verás otras estrellas, y todo será raro y rico, y podrás ver a Cygnus y comer otra comida, y ver cosas extrañas y bellas, y otras feas. No estarás sola, pero aunque estuvieras, todo sería válido. (tú dirías, buena virgo: será todo una experiencia estética. E te miran como si, ordenad[or]a como siempre, hayas recusado las sorpresas. Pero sabes - y sonríes como un zorro - que saber lo que es no es saber lo que eso supone ser - y que eso es el lado extraordinario, llamativo, brillante y misterioso con que esperas solar la intimidad de tu ser, acusado apenas, quizá, por la llama que se enciende en tu rostro)

Ay, nena, sonríe. Estás más guapa que nunca, con un pequeño sol sustituyendo las cuerdas vocales. Estás el sol y apriendes a andar con la elegancia que quieres, sin los pasos asustados de una niña que se pone los tacones de su madre. Y aún hoy no sabes andar con tacones, estás ciente de ello, y te caes y no te importas; sales reíndote con el rostro rojo de alegría porque sí. Porque puedes. Y a zancadas, caminas.

Acaléntate, niña. Acaléntate. Tardaste, pero entiendes. Empiezas a entender. No dejarás de entender. Y si tienes el destino de vivir por más tiempo, verás que eses años de negativos velados y casetes caseros - grabándose unos por sobre los otros - son los años de puta y de reina. Que disfrutes.

Y ya no hará falta que acunes la pequeña.

4 comentários:

  1. Aprendiendo a caminar descalza. Muy bonito. Te felicito, me ha gustado :)

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  2. Gracias. 8//D Se me había olvidado que leías este blog... *verguenza*

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  3. Estaba intentando calmarme mientras escribía....

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  4. jajajaja de vergüenza nada!. Me gusta. ;)

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